Nuevo orden mundial donde el otro ha perdido calidad. Es sustituible, controlable, intercambiable, se ha vuelto banal. Como si fuera un objeto de consumo, de usar y tirar. Relaciones superficiales, frívolas y efímeras, ¡qué falaz!
Ficción que niega el desvalimiento, y como droga crea adicción, engaña a la soledad y proporciona la sensación falsa de libertad. Exhibicionismo constante, reconocimiento a duras penas satisfecho con ficticias, excesivas y excitantes presencias, donde el sexo decapitado de amor, lo invade todo, y compensa la necesidad.
Realidad paralela plagada de objetos-personas virtuales, en el reino de lo imposible que, con solo imaginarlo y retocarlo parece real. Imágenes ilusionantes de personas fantaseadas que toman cuerpo visceral.
Relación superficial
Relaciones construidas con escaso material, poco cimiento, frágiles, a punto de desmoronar. Pero ya aparecerá otro para obturar, el insignificante duelo que se requiere procesar. Paraísos prometidos de fusión amorosa infinita, perdida, y que hay que de nuevo hay que buscar. Mundo de espanto de la existencia del otro, mundo enloquecedor divorciado de la realidad que alimenta la fantasía de un retorno a la verdad.
Amor virtual efímero, vivido pero no sentido. Imagen idealizada y proyectada, necesitada, empapada de amor a uno, con el otro ignorado. Fantasías de amor sin cariño, química invocada, sexo sin palabra. Culto a la belleza, al goce sin fin, al alcance de un dedo de una mano, de un clic.
Proyecto efímero
Proyectos efímeros, parejas fracasadas antes incluso de presentadas. Sexo virtual, indoloro, inodoro, insípido, fatal, sin seducción, cómodo, rápido y fugaz. Realidad virtual inundada, sobreexcitada. Exhibicionismo, voyerismo, sin vínculo, sólo al cuerpo vacío de persona, sin intimidad.
Duelos evitados, no sentidos, separaciones engañadas, pérdidas tapadas. Mas sin frustración no hay maduración equilibrio ni compensación, si no salimos del nido no exponemos ni crecemos. Si no sufrimos y fracasamos, ¿cómo sabremos si ganamos o triunfamos?
Etéreo, vulnerable
Amor etéreo, con total disponibilidad, omnipotencia, grandiosidad y falta de humildad, que se puede volver en contra en forma de inevitable vulnerabilidad. Sexo disociado, duro, concreto. Parapeto ante el desvalimiento y la dolorosa fragilidad.
Mundos ficticios de perfiles fingidos, creídos, identidades falsificadas que huyen de la realidad traumática no asumida. Ideales sustitutivos que camuflan carencias profundas evitadas y no sentidas.
Sobreexcitación crónica no calmada que busca lo imposible de forma tardía, alocada, sin límites, que no contuvieron ni calmaron por excesivos o ausentes.
Ilusión de empoderamiento
Universo en el que se pretende ser querido, deseado pero no tenido, en el que se quiere no querer, no necesitar, recibir a cambio de no dar. Siempre excesiva, la lealtad, la honestidad son engorrosas, desusadas, no verdad. Posibilidad, más bien ilusión, de reinventarse, de empoderar, perfilarse y filtrar objetos en forma de persona, fetiches indiferenciados que parecen de verdad, y que se prestan al mismo juego de engañar a la cruda y finita realidad. Renegando de un pasado que fue fatalidad.
Falta de ternura
Cuando la ternura escasea el sexo se recrudece, se exacerba y pierde, compensando carencias, jugando a usarse, sin empatía, sin respeto ni reconocimiento, sin quererse.
Oferta sin fin de objetos amorosos, siempre mejorables, disponibles, excitables. Glotonería, avidez, siempre a la caza de uno mejor, con altivez.
Exhibicionismo social, necesidad de ser visto acompañado y feliz, sin sufrir, con una vida y relaciones sin tregua, que esconden un vacío interno incontenible, difícil de digerir.
Miedo a la libertad, sin límites no hay tranquilidad, drogas para relajar la ansiedad existencial, sustituyendo la autoridad por la necedad.
Se racionalizan los sentimientos como se cuadricula un círculo, se busca la excelencia propia y ajena por momentos. Pero la vida no es perfecta, de hecho, acaba sin miramientos.
Sobra marketing
Exceso de amor de marketing ofertado, demasiado bonito para ser verificado, de liquidación, retirado. El verdadero es imperfecto, hecho a mano. No hay dos iguales, a veces feo e ingrato, vintage, pero profundo, a veces infinito, hermoso, oceánico.
Tiene mala prensa el amor por necesitado, dependiente y apegado. Ilusión de independencia, soberbia adolescente, ilusoria, que no necesita al otro único, sacrificado por otro clonado, irreal y diseñado.
Realidad virtual, fingida, vivida como tal, sucedáneo de realidad, si es que ésta ha existido alguna vez de verdad. Personajes en apariencia rotundos, sólidos, pero meros simulacros de personas genuinas, frágiles y mortales al azar. Falta de pudor, vergüenza y respeto por el otro usado, para desechar, como una muesca más, se íntima sin conocer sin conocerse, sin intimidad.
Desaparece el otro
El otro desaparecido, mutilado, y diluido, un otro yo escindido, proyectado, hipo afectivo, enfrentado al sobreexcitado defensivo. Se busca lo conocido, lo gemelar, el espejo narcisista, la compulsión a repetir, no aprender, confirmar, no diferir ni diferenciar, no crecer ni evolucionar. Al diferente se le teme; no se debe complementar.
Sentimentalismo enlatado, prefabricado, el gesto vacío de contenido, simulado, emocionar para racionalizar, anestesia, sentimiento inoculado.
Soledad engañada buscando al otro que no está, que no existe, buscando lo irreal, temerosos de que aparezca y vuelta a empezar; fragilidad.
El otro consumido y despojado, naranjas enteras licuadas no saboreadas, exprimidas y despojadas de piel, cuerpos tuneados, depilados, imberbes, trabajados.
Fobia a la dependencia, nacionalismos individuales, autodeterminados, no finalizados ni integrados, supremacismo estético, superficial, racismo de gimnasio.
Angustia de pérdida, peligro separación, al otro necesitado y por tanto bloqueado, profecía autocumplida, amor itinerante, de gira, sexo de compromiso errante, ilusión inmortal, independencia por abandono inminente, inopinadamente.
Soledad acompañada
Idéntico, ilusión de perfección; diferente, complementario, por tanto inadecuado, rechazable. Solos como siempre; conectados como nunca. Soledad acompañada, ilusoria
Vínculo evaporado, apego licuado en superficie, renegado, desaparecido. Socializar mucho para profundizar poco. Empoderamiento auto idealizado, ilusión narcótica, exhibicionista, cuento de hadas sobreexcitado, vacío llenado culposo de bulimia, adulterado.
Falta pudor
Pudor, valor a la baja, sin límites, antes muerta que sencilla, si no te ven no existes, o medio vives, cual vampiro, envidiando la sangre vitalista, ávido de ser contemplado, admirado, idolatrado. Narcisismo, colesterol del malo. Mirar por no mirarse. Necesidad de sentirse poderoso por indefensión, de auto inventarse, autoayudarse por compasión.
Desidia fingida, darse importancia, como la mierda en Francia, marketing casero. No importa lo que valgo sino lo que quiero creer que valgo. Ponte a la cola y espera el trueque: si me lo compras disfrutaras de mi oquedad, de mi vacío interno, y se te sientes estafado es debido a tu toxicidad.
Embriaguez de imágenes hiperreales, pornográficamente crudas, espejismo de verdad, caricaturas de autenticidad, como sí. Sentimentalismo melodramático, efímero, metonimias de realidad.
Miedo a morir, devorador de tiempo, atrapado por lo que pudo ser y no fue, y por lo que sin duda vendrá, sin límites. No hay tiempo que perder, a vivir que son dos días, sin duelo. Presente maníaco, híper excitado, muerto en vida. Mas sin pausa no hay avance, sin pasado no hay presente, sin paso atrás no hay impulso; no se aprehende.
Vacío y esperanza
Imperio del vacío, era de lo efímero, de la conexión rápida, sin vínculo, cantidad no calidad. Bloquear; siguiente, un clavo quita otro clavo, mascotas en lugar de personas, animalismo humano, soledad.
Pero tengamos esperanza, hay tiempo. El amor y la sexualidad lo necesitan para ser degustados, calma, deleite, soledad a ratos, para ser saboreados y apreciados. Perdidos para ser valorados.